

Científicos logran modificar genéticamente un calamar por primera vez
Ser capaz de editar genes en calamares es un gran avance, y podría hacer que estas criaturas se unan a los organismos modelo en la investigación genética, como las moscas de la fruta y el pez cebra.
El estudio de la evolución, la medicina, la robótica, los materiales e incluso la inteligencia artificial podrían beneficiarse.
El estudio
De acuerdo a un estudio publicado en Current Biology, un equipo de investigadores liderados por el biólogo marino Joshua Rosenthal, del Laboratorio de Biología Marina (MBL) de la Universidad de Chicago, utilizó la moderna herramienta de edición genética para modificar un calamar costero de aleta larga (Doryteuthis pealeii).
Los científicos apagaron un gen de pigmentación. Esta modificación desactivó la pigmentación que generalmente se encuentra en el ojo del calamar y dentro de las células de la piel especializadas llamadas cromatóforos.
“Este es un primer paso fundamental hacia la capacidad de anular – y desactivar – genes en cefalópodos para abordar una serie de cuestiones biológicas”, dijo Rosenthal, en un comunicado de prensa de la universidad.) El calamar costero de aleta larga es de gran interés para los científicos.
Desde 1950 se realizan estudios en este cefalópodo, que han ayudado a realizar contribuciones significativas en la neurociencia, incluida la primera descripción del impulso nervioso.
Los cefalópodos (calamares, pulpos y sepias) tienen cerebros más grandes que todos los demás invertebrados, la capacidad de recodificar su propia información genética y cambiar de color instantáneamente.
“[Los cefalópodos] han desarrollado estos grandes cerebros y esta sofisticación conductual de forma completamente independiente”, dijo Rosenthal a NPR. “Esto brinda la oportunidad de compararlos con nosotros y ver qué elementos son comunes y únicos”, agregó.
La novedad
Este procedimiento se considera exitoso por la delicada forma en que tuvo que aplicarse CRISPR. El reto estuvo en superar la dura capa exterior del embrión de calamar unicelular con micro-tijeras y una aguja de cuarzo, y luego incubarlo.
El momento de las ediciones fue crucial, pero después de muchos comienzos fallidos, el equipo pudo desarrollar embriones con menos células pigmentadas y ojos más claros.
Los investigadores creen que, debido a que estos calamares son maestros en la edición de su información genética, esta investigación puede impulsar más nuestras propias técnicas.
El siguiente paso es probar la técnica en tipos más pequeños de calamar que son más fáciles de criar y estudiar en el laboratorio. En el futuro, este método será enormemente útil para los investigadores, en especial para los que prueben la función de ciertos genes del calamar y rastreen los que controlan la actividad neuronal en las criaturas, opciones que simplemente no estaban disponibles antes.
“Ahora tenemos la capacidad de entrar y probar lo que hace un gen individual”, dijo a NPR la bióloga marina Carrie Albertin, del MBL. “Esto es algo que, honestamente, si me hubieras preguntado hace cinco años si seríamos capaces de hacer, me habría reído y dicho: ‘Es un sueño’”, agregó.
Los cefalópodos son animales fascinantes. Una investigación de la Universidad de Queensland a comienzos de este año descubrió que los cerebros de los calamares son casi tan complejos como los de los perros.